Ribera de Campocerrado
Al oír Campocerrado, lo primero que a uno le viene a la cabeza es, lógicamente, Atanasio.
La ganadería que hoy nos ocupa pasta muy cerca del mítico cortijo de «El Mago».
Allí, D. Agustín Trapero formó su vacada en 2004 con reses de Andrés Ramos y otras aportaciones como la de Garcigrande.
La finca no es la más extensa de la zona, pero su dehesa está limpia como una patena y sus instalaciones son una maravilla. En ella conviven toro y cerdo ibérico. Los descarados cochinos no tardan en acercarse, casi echando a los novillos de nuestro lado, par ver si pueden gorronear algo. Tello, mayoral de la casa, no duda en poner los dientes largos explicando las sublimes viandas que elabora en época de matanza.
Visitando el lote de los toros de saca y de los utreros, para esta campaña pueden salir 2 corridas de toros y dos novilladas. Una más fuerte y otra más terciada en cada lote.
Este castaño es una auténtica pintura.
Los toros más fuertes del lote están enfundados
De los utreros destacan un par de castaños que cuando acaben de soltar el pelo de invierno y se rematen podrían lidiarse en plazas de categoría.
El número de vacas no es elevado, pero más que suficiente para los tiempos que corren. Están divididos en dos lotes en una finca cercana a la de los machos.
El reportaje completo lo pueden ver en el siguiente enlace
Arse & Azpi